Mensaje a los Jóvenes héroes
Encauzar las energías.
La energía es una cosa muy buena. Una locomotora desarrolla una gran
potencia y arrastra multitud de vagones, yendo por las vías. Pero si el
tren descarrila, entonces esa energía de la locomotora, se convierte en
un gran peligro para todos.
Pues bien, así también sucede con las fuerzas y la energía de los
jóvenes, porque bien encauzadas, producen frutos maravillosos; pero
desquiciadas, son un gran peligro para los mismos jóvenes y para el
mundo entero.
Hoy Satanás a través de los medios de comunicación social,
principalmente la televisión y el cine, está llevando a la humanidad, y
en especial a la juventud, al más profundo de los abismos, porque los
alienta a usar mal sus energías y a despilfarrarlas de forma grotesca y
desordenada, volviéndose un peligro para la salvación eterna de sus
almas, y hasta para la salud de sus cuerpos.
Con la droga ha reducido a muchísimos jóvenes a ser autómatas y violentos.
Es tiempo de formar a la juventud en el camino del bien y de la verdad,
del valor y del arrojo, dirigiendo las energías propias del joven a la
santidad, al heroísmo. Esta misión la tenemos un poco todos, porque los
jóvenes son también nuestros prójimos, y el Señor nos ha mandado amar al
prójimo como a nosotros mismos, e incluso como Él nos amó, es decir,
hasta el extremo.