CATECISMO PARA NIÑOS
Pequeños sacrificios.
Hay que enseñarle a los niños a hacer pequeños sacrificios, pequeñas
renuncias, para que ya vayan logrando un dominio de sí, y no se vuelvan
caprichosos y déspotas como quien tiene todos los gustos y no se priva
de nada.
También hay que enseñarles la caridad cristiana, enseñándoles a dar de
lo suyo, por ejemplo una golosina, un alimento, una ropa para algún
pobre.
Con esto el niño irá forjando su voluntad y estará preparado para decir
no al pecado. En cambio si se lo consiente en todo y se le dan todos los
gustos, le estamos haciendo un mal porque no lo estamos preparando para
la batalla de la vida, para la guerra que todo hombre debe entablar
contra las fuerzas del mal.
Tenemos que explicarles a los niños que con el sufrimiento de una
privación, tal vez otro niño en otro lugar del mundo, reciba un pan, una
caricia o un abrigo.
Hagamos buenos a los niños, cumplidores del deber, y tendremos hombres
de bien para el mañana, hombres que aspiran a la santidad y capaces de
alcanzarla.