viernes, 23 de junio de 2017
Perseverar...
Perseverar es la contraseña
Sin guías.
Es
difícil perseverar en el bien, perseverar en la fe cuando uno no tiene
un guía que lo conduzca. Pero más difícil todavía es ser perseverantes
cuando los que debieran ser guías son verdaderos traidores y lobos con
piel de oveja. Así son hoy muchos sacerdotes y hasta obispos que se han
dejado seducir por el mal, o al menos no han reaccionado como
corresponde, y entonces no sólo que no los podemos seguir, sino que son
un verdadero tropiezo para nosotros y para muchos.
Llega
el tiempo en que la constancia y la paciencia de los fieles son
duramente puestas a prueba. Es el tiempo, entonces, de tomar
directamente como modelos a Cristo y a María, y así no tendremos forma
de equivocarnos. En este sentido es que el Señor nos ha dicho en su
Evangelio que a nadie en la tierra llamemos padre, ni maestro, porque
sólo Él es el Padre y Maestro perfecto.
Si
nos consagramos al Inmaculado Corazón de María, entonces cuando la
noche se vaya haciendo más cerrada sobre el mundo, la luz que parte del
Corazón de María será nuestra guía en medio de la oscuridad que el
demonio habrá esparcido en el mundo y en la Iglesia.
Son
tiempos difíciles, con una tribulación como no la ha habido desde que
existen naciones hasta hoy y que no la habrá ya nunca más. Por eso
echemos mano a todos los recursos y no nos quedemos cortos, porque el
mismo Señor nos lo dice en su Evangelio, que si estos días no se
abreviaran, no se salvaría nadie, ni siquiera los elegidos. Pero esos
días serán abreviados.
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