Reflexión mariana
María es su Madre
Cuando leemos el Evangelio vemos que había gente que amaba y seguía a
Jesús, y otro grupo que lo odiaba y lo perseguía. ¿Pero pensamos en el
Corazón de María, su Madre, el efecto que tendrían estos sentimientos
diversos hacia su Jesús? Ella hubiera querido que todo el mundo le
amase. Pero ya Simeón le había profetizado que ese su Hijo sería signo
de contradicción y que una espada de dolor atravesaría su alma. Nosotros
siempre pensamos en los sufrimientos de Jesús, que ciertamente fueron
enormes. Pero, ¿pensamos en los sufrimientos de su Madre, de saber que
su Hijo estaba destinado a la muerte y muerte atroz? Compadezcamos el
Corazón de María y demos frutos de conversión y santidad por tanto dolor
que Ella padeció por nosotros, pecadores.