Mensaje de conversión
La
salvación del mundo.
25-4-88
(Día de
Peregrinación)
1403
Gladys,
e
ste Año Mariano Universal, pedido por mi amadísimo hijo el Papa, puede ser
bienhechor para muchas almas.
¡Oh hija
mía, si los corazones que están cerrados al Señor, se abrieran; si desearan su
Luz! El Señor, penetraría en ellos y entonces sí, tendría el Señor, Misericordia
del mundo y el mundo sería salvado.
Oren mis
hijos, por las almas que no oran; oren mis hijos, que la oración es también, Luz
para el mundo.
Gloria a
Dios.
Predica,
predica a todos tus hermanos.
(Mensaje de
María del Rosario de San Nicolás - Argentina)
Comentario:
La salvación del mundo no está en las
manos de los poderosos, sino que la salvación de la humanidad está en que ella
vuelva de corazón a Dios, que ponga en práctica sus Mandamientos, es decir, que
se convierta al Señor.
Por eso es tan importante que
evangelicemos, que prediquemos la Buena Nueva a todas las gentes, invitando a
todos a la conversión. Si hacemos así, estaremos colaborando con la paz del
mundo, y para que el Señor tenga Misericordia de la tierra y no castigue a este
mundo que ya está tocando el límite de la maldad.
Por medio de la oración podemos cambiar
nuestros corazones y el corazón de muchos hermanos nuestros, para que vuelvan a
Dios, y así los castigos, tantas veces merecidos, al menos se alejen por un
tiempo y se suavice
n en lo posible, porque si no hacemos oración y penitencia,
todos pereceremos, como bien lo ha dicho el Señor en el
Evangelio.
Estamos en tiempos difíciles y sólo con la
oración podremos “forzar” a la Misericordia de Dios a que se derrame sobre el
mundo. Dejemos de lado las preocupaciones inútiles y aboquémonos a lo que
realmente importa: nuestra conversión y la conversión del mundo entero,
comenzando por quienes tenemos más cerca.
No desaprovechemos este tiempo de
misericordia que el Señor concede a la humanidad como última oportunidad de
salvación.
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