viernes 24/ENE/14
Evangelio del día
Mc 3, 13-19.
Ascender.
Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos
fueron hacia él, y Jesús instituyó a doce, a los que les dio el nombre de
Apóstoles, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder
de expulsar a los demonios. Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el
sobrenombre de Pedro, Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a
los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés,
Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el
Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
Reflexión:
Jesús subió a la montaña para instituir a
los Doce Apóstoles. Como en todos los momentos importantes de Su vida, Jesús
sube a la montaña. Cuando da las Bienaventuranzas en el Sermón de la Montaña, en
su Transfiguración en el monte Tabor, su oración en el monte de los Olivos, su
subida a Jerusalén que está sobre un monte, su muerte sobre el monte Calvario y
finalmente su Ascensión al Cielo en el monte de los Olivos. Y en esta ocasión
elige a sus Doce Apóstoles para que sean sus continuadores cuando Él ya no esté
entre los hombres. Y a nosotros que estamos leyendo este texto también el Señor
nos ha elegido para ser sus apóstoles. Démosle gracias por este don y tratemos
de ser muy fieles a Jesús para no terminar traicionando como
Judas.
Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de
sentirnos elegidos por Dios, pero que esta elección no nos ensoberbezca, sino
todo lo contrario, que nos haga ser muy humildes, agradecidos y fieles, muy
fieles.
Jesús, María, os amo, salvad las
almas.
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