COMENZANDO EL DÍA
Al levantarnos.
Cuando nos despertamos por la mañana, enseguida debemos invocar al Espíritu Santo para que nos libre de todo pensamiento perturbador o inquietante, ya que no es extraño que el demonio nos ponga, al comienzo del día, pensamientos negros o complicados, para así influenciarnos durante toda la jornada. No le demos el gusto, y hagamos cuanto antes también la oración de la mañana, que jamás debemos dejar de lado, porque nos ayudará a vivir bien el día.
Si no invocamos al Espíritu Santo ni hacemos la oración de la mañana, ya comenzamos el día con una derrota, que puede extenderse a todo el resto del mismo.
También, cuando nos despertamos durante la noche, digamos alguna jaculatoria, por ejemplo: “Jesús, María os amo, salvad las almas”, para librarnos de tentaciones nocturnas y volver a conciliar el sueño. Otra opción es rezar un misterio del Rosario, que nos trae paz y nos hace dormir nuevamente.
Felíz miércoles para todos ustedes...
y muchas bendiciones, amén...
Felíz miércoles para todos ustedes...
y muchas bendiciones, amén...
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