COMENZANDO EL DÍA
Para
bien.
Hoy, por gracia de Dios, estamos comenzando un nuevo día, y
no sabemos lo que él nos traerá; quizás alegría, quizás también tristeza; pero
lo que sí tenemos en claro es que todo lo que Dios permita en este día, será
para bien, aunque sean cosas difíciles, porque todo sucede para bien de los que
aman a Dios, y nosotros amamos a Dios.
Pero debemos saber que con nuestra oración podemos influir en
todos los acontecimientos futuros, tanto de este día que comenzamos, como del
futuro más lejano, puesto que Dios puede desviar el curso de los
acontecimientos, alargar tiempos de vida, modificar situaciones, porque ¿qué es
lo que Dios no puede hacer? Dios, TODO lo puede, pero para actuar necesita de
nuestra confianza y oración, y entonces Él nos demuestra cuánto nos ama, a
nosotros y a quienes amamos.
Si queremos que todo nos vaya bien, y que hasta las
desgracias las podamos aceptar con resignación cristiana y hasta con mérito,
entonces recemos mucho, especialmente el Rosario, y veremos cómo nuestra vida se
va “arreglando” prontamente.
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