Vuelve a empezar
Estamos a tiempo.
Si vivimos en este mundo entonces estamos
todavía a tiempo de volver a empezar, puesto que, como dice el dicho popular:
“Mientras hay vida hay esperanza”.
Y un ejemplo claro de esto que decimos, lo
tenemos en Dimas, el Buen Ladrón, que a pesar de haber tenido toda una vida
desarreglada, en el último instante de su existencia, pudo rectificar todo
drásticamente con una sincera vuelta a Dios, y no sólo que se salvó del
Infierno, sino que ese mismo día entró al Cielo sin pasar ni siquiera por el
Purgatorio. Él tuvo tiempo de volver a empezar en el último momento de su
vida.
Así que también nosotros, si tenemos vida
todavía, estamos siempre a tiempo de volver a empezar. Y no vale el decir que
nos queda poco tiempo para “hacer cosas”, porque no se trata tanto de
actividades, sino más bien de nuestra alma, de volver a empezar naciendo de
nuevo, aunque sea en el último instante, para ganarnos el Cielo, “robándolo”
como lo robó el Buen Ladrón a último momento.
Recordemos este ejemplo porque nos puede
servir de mucho para cuando estemos ya mayores, o por alguna enfermedad estemos
al borde de la muerte, y nos lamentemos porque “ya no hay tiempo”.
Siempre hay tiempo, hasta el último
instante, de volver a empezar, es decir, de volvernos a Dios y comenzar una vida
nueva, ya sea en la tierra o en el Cielo.
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