Mensaje sobre la reparación
Amonestación.
El Señor pidió que los sacerdotes llevaran a cabo horas de reparación. Pero las autoridades no daban señales de entender. Entonces el Señor, firme, pero aún con su acostumbrado amor, dijo:
–Oh ciegos e ingratos sacerdotes míos, ¿por qué me causan tanta angustia? Yo esperaba gratitud y prontitud de ustedes, y ustedes me contestan ridiculizando y rechazando mi amor. ¿Por qué desean ustedes esconderle a la gente mi amor, mi misericordia y omnipotencia, cuando el enemigo está usando siempre nuevas armas contra Mí y contra aquellos que me aman? Ámenme como Yo los amo. Quieran lo que Yo quiero. Hagan reparación, hagan penitencia, alimenten la confianza y el amor a Mí en ustedes y en las almas confiadas a ustedes.
(“La Victoriosa Reina del Mundo” - Sor Magdolna)
Comentario:
Parece mentira pero las cosas están ahora similares a la época de Jesús, ya que son los mismos sacerdotes los que, salvo contadas excepciones, se oponen a los planes de salvación que el Cielo quisiera dar al mundo.
No queda mucho tiempo para reparar, porque si el mal reinante en el mundo, sobrepasa la medida decretada por Dios, vendrá el castigo inevitablemente sobre el mundo.
Así que nosotras, almas reparadoras, debemos tratar de apaciguar la ira de Dios sobre el mundo, por medio de una sincera reparación, haciendo oración, en especial a la noche, que es cuando el pecado se comete mayormente; y también dando mucho amor a Nuestro Señor que ya se encuentra muy ofendido.
Todavía queda un poco de tiempo para aplacar la cólera divina. Aprovechémoslo para dejar de pecar nosotros, y trabajar porque otros dejen de pecar también, implorando para todos la misericordia de Dios, por medio de un apostolado intrépido, y amando a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como amamos a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario