Mensaje eucarístico
Oveja perdida.
Fuimos la oveja perdida, que siguiendo al encantador nos hemos separado del rebaño. Pero Jesús, no nos ha dejado perdidos sino que ha venido a buscarnos por montes y collados, llamándonos con sus silbos amorosos y al encontrarnos nos ha cargado sobre sus hombres y nos ha traído de nuevo al redil. Ahora estamos frente a Jesús en el Santísimo Sacramento y nuestro corazón late con fuerza porque Él es el Buen Pastor que nos ha salvado y ahora quiere que estemos junto a Él y que jamás nos separemos de su lado. Por eso vayamos todos los días a estar con Él durante quince minutos, para agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros y besarle su mano divina en agradecimiento.
¡Viva Jesús Sacramentado!
¡Viva María, su Madre Inmaculada!
¡Viva María, su Madre Inmaculada!
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