Reflexión mariana
Las lágrimas de María
¡Cuántas lágrimas debió derramar María! Cuando tuvo que huir a Egipto
con su Niño perseguido a muerte, cuando lo perdió en Jerusalén, cuando
despidió a Jesús al comenzar su misión, y tantas otras veces tuvo que
llorar María, y por nosotros, pues estas lágrimas junto con la Sangre de
Jesús son el precio de nuestro rescate de las manos de Satanás. Por eso
confiemos en María, pues si Ella lloró por nosotros, ahora no nos
dejará librados a las fauces del Mal e intercederá por nosotros ante su
Hijo y ante el Padre eterno. Como decía un piadoso sacerdote: “En cada
gracia que recibimos hay una gota de Sangre de Jesús y una lágrima de
María”.
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