Catequesis mariana
María, consuelo y alegría de Dios
Si estamos en este mundo es gracias a María. Porque Dios, con tal de
tener a María en su Paraíso, ha perdonado a todos los hombres sus
maldades, y por Ella nos ha enviado al Salvador, Jesucristo, Hijo de
María. La Virgen es la Obra maestra del Altísimo y es la razón de que
este Dios sea feliz y esté alegre, porque tiene en el Cielo a esta
Perla, a esta Joya de infinito valor que es María, que ha robado el
Corazón de Dios, y roba el corazón de los que la aman. Quien descubre a
María, descubre el tesoro del que habla el Evangelio. Ella es el secreto
del Altísimo, que el Señor revela a los que ama muy tiernamente y a los
que quiere salvar. María es también la alegría y el consuelo de los
hombres, especialmente de los que tienen una tierna devoción hacia Ella y
se consagran a su servicio. María los cuida y ama tan tiernamente que
estos hombres y mujeres consagrados a Ella, son tan felices que viven
como en un Paraíso terrenal, porque María los introduce en su Corazón
Inmaculado que es el Paraíso del nuevo Adán, Jesucristo. Si queremos
agradar a Dios y pedirle alguna gracia importante, no dudemos en hacerlo
a través de María, que infaliblemente seremos atendidos por el Señor.
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