Reflexionando con la Biblia
La prueba.
Tomó, pues, Yahvé Dios al hombre y lo llevó al jardín de Edén, para que
lo labrara y lo cuidase. Y mandó Dios Yahvé al hombre, diciendo: “De
cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol del conocimiento
del bien y del mal, no comerás; porque el día en que comieres de él,
morirás sin remedio”. (Génesis 2, 15-17)
Reflexión:
Dios no creó el mal, sino que éste nació solo cuando Lucifer se rebeló.
Dios no tienta con el mal, pero el mal está ahí, y es necesario saber
vencerlo. Dios había dado un mandato al hombre para que no cayera en
pecado, porque el hombre debía ser libre y permanecer libre y amoroso a
los mandatos de Dios. Tenemos que saber que Dios no destruye el mal.
¿Por qué no destruyó a Lucifer cuando éste se rebeló y se convirtió en
demonio? Simplemente porque Dios no destruye lo que ha creado. Como
tampoco destruirá a quien se condene para siempre en el Infierno. Dios
sabe sacar del mal, un bien espiritual para las almas, y por eso el
demonio, al fin del mundo, deberá reconocer que con todo el mal que
quiso hacer, solo habrá ayudado a los santos, a los elegidos, a alcanzar
el Paraíso. Entonces el mal existía y el hombre tenía que saber
rechazarlo siguiendo el mandado y consejo del Señor, permaneciendo fiel
para que luego Dios lo confirmara en gracia porque había vencido,
superando la prueba necesaria.
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