Quince minutos con María
Contento y de tu mano.
Mamá del Cielo, estoy contento de ir caminando de tu mano en este mundo
lleno de peligros y pruebas, pues esta vida terrena es un tiempo de
prueba y de lucha y es necesario tener ánimo para seguir en el combate, y
de tu mano voy contento y tranquilo, porque tú eres todopoderosa por
voluntad de Dios y me cuidas y proteges de mis enemigos y de todos los
males. Necesito de ti, Madre mía, porque yo solo me perdería y no
llegaría a la meta que es el Cielo. Por eso te pido Virgen santa que no
me dejes nunca. Si por algún motivo yo alguna vez te dejare, tú no me
dejes y tráeme nuevamente al camino de la salvación, aunque sea por
medio de un fuerte dolor, hazme volver a la recta vía. Porque puede
suceder que, engañado por el Maligno, yo me desvíe del buen camino.
Entonces será ese el momento en que deberás intervenir fuertemente en mi
vida para volverme a conducir por el camino del bien. Gracias Madre
mía, estoy muy contento contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario