Reflexionando con la Biblia
Creación de la mujer.
Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual
se durmió; y le quitó una de las costillas y cerró con carne el lugar
de la misma. De la costilla que Yahvé Dios había tomado del hombre,
formó una mujer y la condujo ante el hombre. Y dijo el hombre: “Esta vez
sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada
varona, porque del varón ha sido tomada”. Por eso dejará el hombre a su
padre y a su madre y se adherirá a su mujer, y vendrán a ser una sola
carne. Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, mas no se avergonzaban.
(Génesis 2, 21-25)
Reflexión:
La mujer fue formada de una costilla del hombre, es decir, de una parte
muy cercana al corazón del hombre, indicando con ello que la mujer es
como el corazón del hombre. Ya Jesús, en su sueño de muerte, es decir,
en la muerte en la cruz, un soldado le abrió el costado y de su costado
brotó sangre y agua, es decir, nació la Iglesia. Cristo el nuevo Adán,
la Iglesia nueva Eva, la Esposa del Cordero. La mujer es maravillosa y
en el plan de Dios tiene una función insustituible, la de ser ayuda y
consuelo para el hombre, para todos los hombres. Dios fue creando desde
lo inferior a lo superior, por eso puede decirse que la mujer es, en
cierta forma, más perfecta que el hombre. Pero también sabemos que la
corrupción de lo mejor es la peor, y cuando la mujer se corrompe,
arrastra en el mal al hombre, como sucedió con esta primera mujer y como
sucede, y como sucede cada vez que una mujer no cumple bien el papel de
“ayuda adecuada” del varón. Notamos también que en el Paraíso estaban
ambos desnudos y no sentían vergüenza, y es que la culpa no había
enturbiado el pensamiento y los instintos, ya que las pasiones obedecían
perfectamente a la razón, y ésta era dócil al espíritu en gracia de
Dios.
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