miércoles, 2 de enero de 2013
Reflexión...
Una reflexión
Llave del milagro.
Con el milagro que realizó Jesús en las Bodas de Caná de Galilea, a pedido de su Madre la Virgen, nos quiso decir que María es siempre la llave del milagro. Por eso tenemos que acudir a la Virgen si queremos obtenerlo todo de Dios, porque Ella es la Omnipotencia Suplicante y todo lo que pide al Señor, lo obtiene.
En estos tiempos que parece que el demonio lo ha conquistado todo, es necesario que nos volvamos con confianza hacia María, y con súplicas le pidamos que salve a este mundo, que salve a las almas pecadoras, a todos nosotros, porque la humanidad corre peligro de perderse, de autodestruirse y es María quien puede detener el curso de los acontecimientos, como tantas veces ya lo ha hecho.
Entonces no dejemos que pase un solo día sin rezar el Santo Rosario, esta oración por la que María siente una gran predilección, y por la que otorga todo a quien se la ofrece de corazón.
Recemos el Rosario si queremos obtener un milagro para este mundo, y que María cambie la tristeza en alegría, porque Satanás es quien ahora está reinando en el mundo, con un reino de sufrimiento y amargura, y es necesario que sea Cristo quien reine, y Él reinará si primero reina su Madre, y Ella reinará si suben hacia el Cielo una gran cantidad de Rosarios bien rezados.
Si bien María es la Bienhechora mundial, también es cierto que Ella es nuestra Bienhechora individual, y con confianza debemos acercarnos a Ella y pedirle todo lo que necesitamos, como hacemos con nuestra mamá de la tierra, ya que la Virgen no nos negará nada.
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