domingo, 17 de junio de 2012

Partículas del Evangelio...


Partículas de Evangelio

Estar siempre preparados. 
Y las necias dijeron a las prudentes: “Dennos de su aceite, que nuestras lámparas se apagan”. Pero las prudentes replicaron: “No, no sea que no alcance para nosotras y para ustedes; es mejor que vayan donde los vendedores y lo compren”. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él en el banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: “¡Señor, Señor, ábrenos!” Pero él respondió: “En verdad les digo que no las conozco.” Velen, pues, porque no saben ni el día ni la hora. (Mt 25, 8-13). 
Comentario: 
Debemos estar siempre preparados para la venida del Señor, pues no sabemos el día ni la hora en que Él vendrá, ya sea en su Segunda Venida o en el momento de nuestra muerte, que es también la venida del Señor a nuestras vidas.
Y estar preparados significa haber hecho acopio de buenas obras y, sobre todo, de vivir en gracia de Dios y tratando de aumentar nuestra fe con buenas obras, oraciones y los sacramentos. Esto es lo que no quisieron hacer las vírgenes necias, es decir, que es eso lo que dejan de hacer los cristianos, cuando se dejan estar y no aprovechan los medios que Dios da para santificarse y hacer acopio de buenas obras, de fe y de gracias.
Cuando llegue el momento, no quedará tiempo para nada, y el que esté preparado entrará al banquete celestial, mientras quienes no estén preparados, quedarán fuera, en las tinieblas exteriores.
Esto es algo muy serio pues se trata de nuestro propio destino eterno: Cielo o Infierno. Y de nosotros depende que el Señor nos encuentre preparados y con reservas de fe, de gracia y de buenas obras, puesto que los tiempos finales serán tan difíciles que será preciso echar mano de todas las reservas para superar la prueba.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.