miércoles, 28 de octubre de 2015

Catecismo...

CATECISMO PARA NIÑOS

Poner límites.
Si dejamos a los niños que hagan lo que quieran y no les ponemos límites, estamos fomentando el capricho y haciendo que cuando crezcan los pequeños, tengan serias dificultades, porque en la vida hay que saber renunciar a muchas cosas y es necesario el espíritu de sacrificio en todo, incluso en el matrimonio y en formar una familia.
También debemos cuidar que los niños no sean golosos, porque la droga es un pecado de gula, y quien desde pequeño tuvo todos los gustos, y fue goloso, de grande puede caer también en el vicio de la droga, porque nunca supo dominarse y renunciar a un gusto.
Nadie dice que la tarea de los padres sea fácil, pero ¡qué importante es! ¡Qué importante que ellos no deleguen su misión a otros!
Hay que tratar todo lo posible, que los niños estén con la madre y con el padre, pero especialmente con la madre.
Hoy las mujeres creen haber conquistado mucho al salir a trabajar afuera y dejar a los niños bajo el cuidado de una niñera. Pero más allá de que habrá algún caso en que esto sea necesario, por el sustento; también hay que darse cuenta de que ésta es una trampa del Maligno, que sabe las ventajas que trae aparejadas el que la mujer se quede en el hogar cumpliendo su rol de madre y ama de casa.
Estas cosas que el mundo moderno no quiere oír, y que algunas personas, quizás “feministas” se quieran desgarrar las vestiduras al oírlas, son una gran verdad que hay que decir, aunque a muchos no les guste, porque el mundo se quiebra en ruinas porque la familia está en desmembrada, y en ella la mujer, que es la reina del hogar, está volcada hacia afuera, y los hijos vagan de una parte a otra, sin contención ni amor.