lunes, 19 de diciembre de 2016

I go to sleep - The Pretenders

Vivir...

Vivir el Evangelio

Siempre actual.
No es el Evangelio quien debe plegarse a los tiempos modernos, sino que son estos tiempos los que deben plegarse al Evangelio.
Efectivamente la Palabra de Dios es eterna y no puede cambiar. Por eso quien en estos tiempos quiere adaptar la Palabra de Dios, despojándola del sentido con que la ha interpretado siempre la Iglesia Católica, está cometiendo un gravísimo pecado.
Nosotros, por nuestra parte, debemos adaptar nuestra vida al Evangelio, y no decirnos: “Es muy exigente y por eso no lo trato de vivir”; porque si Dios ha hablado y ha pedido algo a los hombres, es porque los hombres podemos llevarlo a la práctica, no ciertamente solos, sino con la ayuda de Dios, que Él a nadie niega.
Dios conoce al hombre porque lo ha creado, y sabe muy bien los límites que tiene, y si manda cumplir su Palabra, es porque el hombre puede hacerlo.
Hagamos el propósito de leer cada día uno o más capítulos del Santo Evangelio, hasta que con el tiempo lo sepamos bien, porque sus máximas y enseñanzas nos vendrán a la mente cada vez que debamos dar algún buen consejo, o tomar una decisión importante, y también para defender nuestra fe ante los enemigos de Dios o los herejes.
Llenemos nuestro tiempo cotidiano con la lectura de la Palabra de Dios, porque es Dios mismo que nos habla a través de ella.
Y tratemos de llevar a la práctica lo que leemos y meditamos, porque el que no vive como piensa, termina pensando como vive; es decir que el que no lleva a la práctica lo que estudia y medita, al final terminará pensando según su forma desordenada de vivir.