viernes, 27 de julio de 2018

Intento...

Intentar.

Nos debe dar vergüenza sólo pecar. Pero en todo lo demás, especialmente en todo lo bueno y noble, no debemos tener miedo, e intentarlo, porque Dios nos ayuda y si nos pide algo, es porque nos está dando lo necesario para que podamos hacerlo, pues Dios no juega con nosotros y si nos ha puesto un buen deseo, un proyecto, también nos da los medios necesarios para que lo llevemos a cabo. 
Dicen que el mal se extiende no tanto por la valentía de los malos, sino más bien por la cobardía de los buenos. 
Que no nos suceda a nosotros, y en el campo del bien, lancémonos hacia adelante, sabiendo que Dios nos protege y que nada realmente malo nos puede pasar si confiamos en Dios, y si comenzamos nuestra empresa poniéndola en las manos del Señor. 
En todos los órdenes de la vida el miedo nos suele paralizar. Pero con la ayuda de Dios tenemos que vencernos a nosotros mismos y adquirir el valor necesario para enfrentar todo obstáculo y hacer lo que Dios quiere y nos pide, y lo que deseamos también nosotros. 
Pero para tener a Dios con nosotros, y su ayuda divina, debemos estar en gracia de Dios, cumpliendo sus mandamientos, porque Dios protege a los que les son fieles, y en cambio deja desamparado a quien está lejos de Él. 
Por eso lo importante antes de comenzar a avanzar en la dirección correcta, lo primero de todo, es ponernos en gracia de Dios, en amistad con Él, haciendo una sincera y completa confesión sacramental con un sacerdote, y luego sí estaremos dispuestos para comenzar cualquier cosa, tranquilos de que Dios no nos abandonará. 
Vemos todo esto también en la Biblia, en la historia del pueblo judío, cómo cuando el pueblo se alejaba de Dios e iba en pos de otros dioses, el Señor lo abandonaba a su suerte y los enemigos lo esclavizaban y derrotaban. En cambio cuando Israel era fiel al Señor, todo le salía bien y avanzaba en prosperidad. 
También nosotros debemos tomar ejemplo de esta historia sagrada del pueblo elegido, y mantenernos fieles a Dios, a sus mandamientos, pues así estaremos seguros de que lo que emprendamos tendrá buen final, y todo lo coronaremos con el éxito.