viernes, 22 de noviembre de 2013

Papa Francisco...

Papa Francisco ‏@Pontifex_es
El Reino de los cielos es para aquellos que ponen su confianza en el amor de Dios y no en las cosas materiales.

Estoy en silencio...

Estoy en silencio Señor

Estoy en silencio Señor, porque la vida
ya no me motiva, mi pereza ha hecho
que yo me aflija y tras el mal humor
i corazón se va…

Estoy en silencio Señor, mi lucha contra
el viento de arena se ha convertido en
dolor, y expongo hoy mi rostro ante ti
para recorrer el camino de la cruz, el
camino que me llevará hasta vos…

Estoy en silencio Señor, pensando  qué
voy hacer en el mundo, el odio y el
rencor me invadieron pero hoy levanto
mi rostro y grito exclamando hacia el
cielo ¡perdón Señor, perdón! Descuide
el aliento de tú boca, enterré tú tesoro
en el olvido, y hoy, como hijo
arrepentido te imploro perdón…

Estoy en silencio Señor, erguido ante mi
tumba viviente, doloroso con las llagas
de  mi alma, arrepentido  por ver el
occidente que invade al oriente, y
desconsolado hoy  por haber encerrado
mi corazón en la mente…

Estoy en silencio Señor, buscando mil
respuestas a la ciencia, viendo como la
humanizada se destruye y en medio del
caos estoy yo…estoy en silencio Señor.
Suplicándote que escuches hoy mi voz,
que llegue hasta tú corazón el dolor de
oveja perdida  por culpa de la
mundanidad…

Estoy en silencio Señor meditando el
sendero de la cruz, viendo el madero de
mi redención, pensando que mis
pecados te llevaron  hacia allí…

Estoy en silencio Señor, escuchando
como el mundo gime, escuchando mi
triste corazón y sólo te digo y te pido...
Perdón, mi amado Señor, amén...

Les deseo un felíz viernes...
y un hermoso fin de semana...
Dios los bendiga, amén...

Santoral...

† Santoral              
Santa Cecilia
Mártir
 Año 177

Santa Cecilia bendita, dile a Dios que también nosotros prefiramos 
mil muertes antes que ser infieles a nuestra santa religión.
No ofendas a nadie ni en mucho ni en poco (S. Biblia Ecl. 5, 15).

Santa CeciliaPor más de mil años Santa Cecilia ha sido muy venerada en la Iglesia Católica.
Una tradición muy antigua dice que pertenecía a una de las principales familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad.
Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano, pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir por el Papa Urbano y fue bautizado. Luego entre Cecilia y Valeriano convencieron a Tiburcio, el hermano de éste, y lograron que también se hiciera cristiano.
Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda. El alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos. Pero Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Llevados ante el alcalde, éste les pidió que declararan que adoraban a Júpiter. Ellos le dijeron que únicamente adoraban al verdadero Dios del cielo y a su Hijo Jesucristo. Entonces fueron ferozmente azotados y luego les dieron muerte. Los dos santos mártires animaban a los demás cristianos de Roma a sufrir con gusto todos los horrores, con tal de no ser infieles a la santa religión.
En seguida la policía arrestó a Cecilia y le exigió que renunciara a la religión de Cristo. Ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de la verdadera religión. Entonces fue llevada junto a un horno caliente para tratar de sofocarle con los terribles gases que salían de allí, pero en vez de asfixiarse ella cantaba gozosa (quizás por eso la han nombrado patrona de los músicos). Visto que con este martirio no podían acabar con ella, el cruel Almaquio mandó que le cortaran la cabeza. La santa, antes de morir le pidió al Papa Urbano que convirtiera su hermosa casa en un templo para orar, y así lo hicieron después de su martirio. Antes de morir, había repartido todos sus bienes entre los pobres.
En 1599 permitieron al escultor Maderna ver el cuerpo incorrupto de la santa y él fabricó una estatua en mármol de ella, muy hermosa, la cual se conserva en la iglesia de Santa Cecilia en Roma. Está acostada de lado y parece que habla.
En Roma había ya en el año 545 un templo dedicado a esta gran Santa.