lunes, 24 de septiembre de 2012

Enseñanzas del Evangelio...

Enseñanzas del Evangelio

Con la misma medida.

No juzguen, para que no sean juzgados. Porque con el juicio con que juzguen serán juzgados, y con la medida con que midan se les medirá. (Mt 7, 1-2). 
Enseñanza: 
Si supiéramos aprovechar todos los consejos y secretos que Jesús nos da en el Evangelio, como éste que hoy nos dice, estaríamos no sólo salvados, sino que viviríamos una vida feliz ya desde esta tierra, seguros de que en el Juicio seremos hallados dignos de entrar al Cielo.
Porque aquí el Señor nos dice que no debemos juzgar a nadie, porque las acciones humanas tienen muchos móviles, de los cuales, la mayoría, nosotros los hombres no los conocemos, y sólo Dios conoce a fondo por qué una persona actúa de una u otra forma. ¿Cómo es que nosotros podemos hacer un juicio sobre alguien, si no vemos su interior, su pasado, su carga afectiva o psicológica, etc.?
Es fácil lo que tenemos que hacer: no condenar a ninguno, por malo que nos parezca, sino perdonar a todos y pensar siempre que nosotros, en lugar de esta persona y bajo ciertas presiones, quizás seríamos peores que ella.
Debemos agradecer siempre a Dios que no nos deja caer. Pero no debemos agradecer a Dios de que no somos iguales de pecadores que los otros hombres, como hacía el fariseo en el Templo, sino más bien darle gracias al Señor porque, a pesar de que somos pecadores e incluso más que los demás, el Señor no nos deja caer y nos da las gracias suficientes para mantenernos en gracia de Dios. Si nos faltara la ayuda de Dios, ¡qué sería de nosotros!
Por eso “hagamos la vista gorda”, como se suele decir, y midamos con una medida amplia, disculpando y perdonando a todos, para que Dios use también nuestra medida para juzgarnos a nosotros, pues eso es lo que nos dice hoy este pasaje del Evangelio.