martes, 23 de octubre de 2012

Color...


Blanco y negro

Son sólo dos tonalidades...
¿Por qué alguna gente se empeña en separarlos?

¿Qué importa el color de la piel, si Dios nos quiere
a todos por igual? Si todos terminaremos siendo polvo,
y el polvo que quedará es de los huesos; no de la piel...

Los seres humanos, todos somos especiales.
Somos diferentes. Cada uno de nosotros,
tenemos algo que nos distingue.
Todos tenemos diferentes formas de pensar,
de ver la vida, de caminar; hasta respiramos
diferente y eso no quiere decir que debamos
rechazarnos...

Vivimos en un mundo materialista y frío en el cual
todo es más importante que los sentimientos.
Debemos poner nuestro granito de arena y así
cambiar el mundo. Debemos poner nuestras fuerzas
en amarnos los unos a los otros, sin importar
el color de la piel, ni la religión, ni el sexo;
mucho menos nuestros ideales políticos.

Debemos poner más nuestro corazón
al hacer las cosas y menos nuestros intereses.
A veces no es tanto el color de la piel;
sino quién es el portador de ese color...

Debemos separar el materialismo de lo
verdaderamente importante. Nuestro interior,
nuestro propio ser, lo que hacemos por los demás;
la mano que tendemos en el momento preciso
a la persona que lo necesita; independientemente
de quién sea esta persona.

Si el color importara tanto...
¿Habría creado Dios, tantas razas diferentes?
Por supuesto que no. Nos hubiera creado
a todos del mismo color para evitar separaciones...

Así que, unámonos como hermanos que somos;
sin importar nuestras diferencias y seamos
los prójimos que debemos ser.
Pongamos todo nuestro empeño en valorar más
los sentimientos, el alma, la verdad, la justicia,
la caridad, la bondad, el buen juicio y el corazón
de las personas.
¡Así seremos un mundo mejor, un paraíso terrenal!


Spiritual childhood...


spiritual childhood

Do not want to grow.

When children are young, parents provide them all, but when they get older, and parents tell them to make a living for themselves.

To not hear this from our Father in heaven, we must always remain small, in your lap, and we do so when we receive everything from him, and felt a nothing before God, and we believe we own our virtues and gifts, but we know that everything is God's gift and use them as long as he wants it.

How beautiful to be small in the arms of God, in the loving arms of Mary! Perhaps in our adult lives sometimes do not miss maternal child fondling, kissing or Dad? Well, we are spirit children and do not be missing the caresses of the Virgin, our Mother in Heaven, and kisses from our Father God who will lean on us and fill us with gifts and graces.

Because in a family favorite and always served are young. Then we are the little ones of God and Mary, and be pampered and especially the Lord sent us great things that we can not endure, nor very solid food we can not digest, but all provide our own small way.