lunes, 21 de abril de 2014

Diario vivir...

Diario vivir

En casa. 
Jesús, en su Evangelio, nos manda a vivir la caridad fraterna. Y si bien debemos vivir esta caridad con todos, debemos comenzar a vivirla en nuestro propio hogar.
Es lo que a veces más nos cuesta, porque fuera de nuestra casa somos amables y serviciales, pero en nuestro hogar estamos malhumorados y contestamos mal, tratando de mala manera a quienes conviven con nosotros. ¡Que esto no suceda nunca más a partir de hoy! Porque la caridad bien entendida empieza por casa. Y si en nuestra familia vivimos el amor, entonces desde allí lo difundiremos por todas partes.
Es lógico que el demonio trate de meter odio, discusiones y pleitos en nuestra familia. Es su función. Pero nosotros no le debemos dar lugar a que siembre la discordia en la familia, y tenemos que ser astutos y amar y perdonar hasta que duela, ya que eso es lo que le gusta a Jesús.
El diablo quiere destruir las familias, pues sabe que de una familia en ruinas, salen hijos cada vez más depravados y malos. Al demonio le interesa destruir las familias que viven cristianamente, pues de las demás le importa un bledo, pues ya ellas solas trabajan por su propia ruina.
Entonces no dejemos que el Maligno se aproveche de nuestro mal carácter, de nuestra terquedad y dificultad en perdonar, sino más bien seamos amables y bondadosos con nuestros seres queridos, y le taparemos la boca al demonio, que no podrá hacer mella en nuestro hogar.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.