domingo, 6 de diciembre de 2015

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Angelus Domini 2015.12.06

Evangelio...


Evangelio explicado

Mt 12, 22.
Vista y voz.
Entonces le fue presentado un endemoniado ciego y mudo. Y lo curó, de suerte que el mudo hablaba y veía.
Comentario:
En una parte del Evangelio el Señor dice que vino para que los que “ven”, queden ciegos, y los “ciegos”, vean. Y así sucedió con los doctores de la ley y los fariseos que “veían”, es decir, creían ver porque conocían la Ley pero no la practicaban. Y en cambio el Señor abrió los ojos de los pecadores que eran ciegos para las cosas de Dios, pero Jesús les abrió los ojos del alma.
Este signo que hace Jesús de curar a un endemoniado ciego, no es solamente para aquella época y ese lugar, sino que es un signo de lo que es el hombre sin la gracia de Dios. Porque antes del bautismo éramos endemoniados y ciegos, puesto que el bautismo es un exorcismo, y nos da la gracia santificante, que nos hace ver según Dios, según la fe.
Porque un hombre que no vive en gracia de Dios es presa del demonio, que de alguna manera lo tiene atrapado, y solamente el Señor puede darle la vista espiritual por medio de la gracia santificante.
Siempre que veamos y contemplemos un milagro de Jesús en el Evangelio, no nos quedemos con ese simple hecho, sino transportémoslo al plano espiritual porque siempre tiene una o muchas enseñanzas espirituales.