miércoles, 11 de noviembre de 2015

Misericordia...

Quince minutos con Jesús Misericordioso

Compasivo.
Jesús, tú eres compasivo con todos, y sólo eres exigente con quien tiene mala voluntad y hace el mal a sabiendas y aparentando ser bueno. Es decir, que tú, Jesús mío, eres bueno con los culpables, con los pecadores, pero eres rígido con los hipócritas, los que fingen ser buenos, pero para hacer mayor daño.
Por eso te pido, Jesús mío, que tengas misericordia de mí, que soy un gran pecador, pero que no tengo maldad en mí, al menos no soy malvado, sino sólo pecador.
Jesús, ya que tú tienes misericordia de todos, y has venido por los pecadores, ten misericordia especialmente de mí, que soy un gran pecador.
Tu misericordia, Señor, necesita miserias que consumir, para así hacer obras de amor y llevar a los mayores pecadores a ser grandes santos. Yo también te pido, humildemente, que quemes en tu misericordia todos mis pecados, para que me lleves a grandes cimas de santidad.
Ayúdame, Jesús, a no desconfiar de ti ante mis grandes culpas, porque tú eres bueno con todos, y sabes de las luchas del hombre y de su carne, que Satanás azuza para llevar al alma a la perdición eterna.
Sé muy bien que sólo te puedo perder, si desconfío de tu amor, Jesús mío, y por eso te pido la gracia de ser pequeño y humilde y, por lo tanto, confiado en tu perdón.