sábado, 23 de diciembre de 2017

Levantarse...

Vuelve a empezar

Levantarnos del pecado.
En estos tiempos los hombres hemos perdido el sentido de lo que es el pecado. Por los medios de comunicación social se inculca que el pecado ya no es pecado, y que es una forma de ejercitar la propia libertad, de llegar a vivir en plenitud. Ésta es una astucia del Maligno enemigo, que sabe que cuando en el mundo se llegue a la medida de pecado permitida por Dios, los castigos vendrán sobre la humanidad.
No esperemos que en el demonio haya algo de piedad o de amor, sino que en él hay sólo odio. Y si Dios nos ha dicho que no pequemos, no es para hacernos la vida difícil, sino porque es por nuestro propio bien, cosa que quiere esconder el Maligno. Él usa siempre las mismas astucias, porque desde que cayó, no puede cambiar sustancialmente en su forma de actuar, y así como a Eva la quiso convencer de que Dios era injusto porque mandaba cosas arbitrarias, así también nos lo quiere hacer creer a nosotros y nos dice “muerde” el fruto prohibido. Y nosotros, pobres incautos, muchas veces mordemos, y con ello nos viene la ruina temporal y eterna.
Si hemos tenido la desgracia de caer en pecado, no nos descorazonemos y volvamos a empezar, mediante una sincera y completa confesión con el sacerdote, porque los santos no fueron quienes nunca cometieron pecado, sino quienes jamás se cansaron de levantarse, de volver a empezar.