lunes, 28 de abril de 2014

Confianza...

CONFIANZA EN DIOS
(Palabras de Jesús a Santa Faustina Kowalska)

“Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá”.
“Si tu confianza es grande, mi generosidad no tendrá límites”.
"Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias".
"Oh, cuánto me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que soy santo y justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en Mi bondad. También los demonios admiran Mi justicia, pero no creen en Mi bondad".
"Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios. Todas las obras de Mis manos están coronadas por la misericordia".
"Todo lo que dices sobre Mi bondad es verdad y no hay expresiones suficientes para exaltar Mi bondad".
"Cuando un alma exalta Mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo del infierno".
"Escribe: Todo lo que existe está encerrado en las entrañas de Mi misericordia más profundamente que un niño en el seno de la madre. Cuán dolorosamente Me hiere la desconfianza en Mi bondad. Los pecados de desconfianza son los que Me hieren más penosamente".
“Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi Misericordia”.
“Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina”.

Vuelve a empezar   

Desánimo.
El arma secreta del demonio, que trata de utilizar con nosotros y con todos los hombres, es el desánimo. Pues efectivamente quien se desanima en la vida, es fácil presa para el diablo, porque del desánimo se llega a la tristeza, y estando tristes somos más vulnerables al pecado.
Aprendamos de Jesús que a pesar de haber caído tres veces en el camino del Calvario, y sabiendo que para muchos hombres su sacrificio sería inútil, igualmente encontró las fuerzas para levantarse y continuar hacia su destino.
Pero no pretendamos seguir solos, sino invoquemos a Dios y aceptemos las ayudas humanas y divinas que el Señor disponga en nuestro camino, porque también Jesús, que era Dios, aceptó y necesitó un Cireneo que le ayudara a llevar la Cruz.
Sería muy bueno que dejemos de ver diarios y televisión, porque en ellos las noticias malas son tantas y tales, que tienden a entristecernos y desalentarnos. Aprovechemos ese tiempo mejor para rezar por nosotros y por todos, porque no podemos manejar tantas noticias malas y nos enfermamos y deprimimos.

Hagamos caso a Santa Maravillas de Jesús que nos dice: “No esté triste, pase lo que pase. Las penillas al fondo del Corazón de Cristo, y en el suyo sólo su amor y su gloria”.