sábado, 24 de octubre de 2015

Diario vivir...

Diario vivir

Somos importantes.
No estamos en este mundo por azar, sino que Dios nos ha creado por amor, y tiene un plan para cada uno de nosotros, de modo que si no le oponemos resistencia al Señor, Él nos hará recorrer el camino que, desde toda eternidad ha preparado para nosotros, para gloria suya y también para nuestra propia gloria y felicidad.
Debemos estar convencidos de que tenemos una misión en el mundo, misión que el mismo Dios nos ha confiado, y que nadie puede cumplir en lugar nuestro. En nosotros está ir descubriendo esa misión, por medio de la oración, del silencio que es cuando Dios habla, y en la recepción de los sacramentos.
Somos importantes para Dios, y para todos, porque existimos para bien de muchos hermanos que se beneficiarán de nosotros, de lo que hacemos, porque Dios ha querido que los hombres seamos solidarios entre nosotros, unidos y que influyamos unos sobre otros, formando la gran familia humana.
Debemos tener confianza en Dios, en su omnipotencia, porque nada pueda torcer el camino que el Señor nos ha preparado, salvo que nosotros mismos seamos quienes nos apartemos de esa senda.
Estemos atentos a lo que Dios nos va pidiendo día a día, porque a no creernos que bajará del Cielo un ángel a decirnos lo que tenemos que hacer. Este modo no lo usa Dios con la gran mayoría de almas, sino que las va guiando por las causas segundas y por los mismos acontecimientos de la vida que nos toca vivir. No resistamos a la voluntad de Dios que se va manifestando en las cosas que nos suceden cada día. Y recemos mucho para ver cada vez con más claridad cuál es la voluntad de Dios para nosotros, nuestra misión en el mundo.
Dios nos ama, y quiere que seamos felices. Pero seremos felices en la medida en que sigamos los consejos del Señor y cumplamos con lo que Dios nos ha preparado de antemano.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.