martes, 29 de octubre de 2013

Mensaje...

Mensaje del  25 de octubre de 2013
 
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a abrirse a la oración. La oración hace milagros en ustedes y a través de ustedes. Por eso, hijitos, en la simplicidad del corazón, pidan al Altísimo que les dé la fuerza de ser hijos de Dios y que satanás no los agite como el viento agita las ramas. Hijitos, decídanse nuevamente por Dios y busquen sólo Su voluntad, y entonces encontrarán en El alegría y paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Papa Francisco...

Papa Francisco ‏@Pontifex_es  
Si los bienes materiales y el dinero se convierten en el centro de la vida, 
nos atrapan y nos esclavizan.

Tuesday...

hola y buenos días para todos mis amigos...
les deseo un felíz martes y mucha alegria para todos...
Dios es amor y misericordia, no lo olviden...
les envío muchos besos y bendiciones, amén...

hello and good morning to all my friends ...
I wish you a happy Tuesday and great joy for all ...
God is love and mercy, do not forget ...
I send many kisses and blessings, Amen ...

Confesión frecuente...

Formación católica

Confesión frecuente.
No esperamos a estar tapados de barro para bañarnos. Así tampoco no debemos esperar a cometer un pecado grave o mortal para ir a confesarnos, pues aunque gracias a Dios no tengamos pecados graves, es bueno ir a confesarse al menos mensualmente, acusándose de los pecados veniales o leves, volviendo a confesar los pecados pasados, para recibir la absolución sacramental, que nos hace nuevas criaturas y nos hace cicatrizar las heridas y taras que nos han dejado los pecados ya perdonados.
Pero no sólo eso, sino que la confesión, además nos fortalece contra las tentaciones que también confesamos, porque si bien la tentación no es pecado, al confesarla y manifestarla al sacerdote, pierde su fuerza, porque ante ese acto de humildad que hacemos, el demonio suelta su presa, o al menos disminuye su violencia.
Por algo será que la Virgen en sus apariciones nos propone que vayamos a confesarnos al menos una vez al mes, pues Ella sabe muy bien que la Sangre de Cristo que se derrama sobre nosotros en cada confesión bien hecha, no sólo nos perdona todos los pecados, sino que nos fortalece contra los enemigos del alma, y nos va sanando el alma, el corazón y la mente, de modo que estamos mejor preparados para afrontar los ataques del enemigo.
¿Cuánto hace que no nos confesamos con un sacerdote? Recordemos que la Iglesia manda, bajo pena de pecado mortal, confesarse al menos una vez al año. Si ni siquiera eso cumplimos, entonces no vamos por buen camino.