viernes, 8 de marzo de 2013



Infancia espiritual...


La infancia espiritual

Puestos en el Cielo. 
Es curioso que cuando los Apóstoles discutían entre sí a ver quién de ellos era el mayor en el Reino de Dios, Cristo les mostró que el mayor es quien se hace como un niño. Por eso si queremos llegar a un elevado puesto en el Paraíso, tenemos que hacernos pequeños en el mundo.
Porque efectivamente quien quiso hacerse adulto: el demonio, perdió el puesto más elevado y cayó a lo más hondo del infierno.
Entonces nosotros tenemos que hacernos pequeños, para que el Señor, a su debido tiempo nos eleve, ya que quien se humilla será elevado, y quien se eleva será humillado.
Pero no busquemos los puestos elevados en el Cielo por gloria humana, sino más bien porque en esos puestos estaremos más cerca del Señor y de su Madre, y conoceremos mejor a Dios y estaremos más llenos de amor. Pues en el Cielo no hay competencias ni celos, sino sólo amor y admiración de unos a otros.
Y a esos puestos de honor en el Paraíso se llega de manera inversa a como los hombres quieren escalar puestos en la tierra. Efectivamente en el mundo los hombres buscan trepar a los puestos de honor y poder; en cambio nosotros tenemos que elegir los puestos más humildes en la tierra, para que en el otro mundo estemos en lo alto de la gloria, muy cerca del Corazón de Dios.