domingo, 12 de junio de 2016

Lágrimas...

Signos de los tiempos

Las lágrimas de María
En muchas apariciones y manifestaciones milagrosas, la Virgen derrama lágrimas, incluso de sangre. Y con ello nos quiere hacer comprender los difíciles momentos que estamos viviendo y que nos acercamos a tiempos aún más difíciles en que solo permanecerán fieles los que se hayan consagrado a su Inmaculado Corazón.
Si uno ve a su madre que llora, ¡cuánto se conmueve y trata de consolarla! Pero ante el llanto de la Virgen, que es nuestra Madre, muchísimos hombres, incluso de iglesia, han quedado indiferentes y hasta han atacado estas manifestaciones. ¿Qué más puede hacer María por nosotros los hombres? Todo lo ha hecho. Por lo menos nosotros, los que leemos estos mensajes, tomemos conciencia de que los tiempos son duros y preparémonos a vivirlos con una constante oración, porque a través de la oración es como se reciben toda clase de gracias y dones del Cielo, y así estaremos preparados para lo que se acerca.
Pero no vivamos pendientes de lo que pasará ni angustiados por el futuro, porque en realidad todo puede ser cambiado todavía por la fuerza de la oración, por la penitencia y el amor. Tengamos esperanza y gran confianza en María, que nos cuidará en todo momento, y si estamos consagrados a Ella, nos esconderá en lo profundo de su Corazón Inmaculado para defendernos de todo mal.
Aprovechemos este tiempo de gracia y de misericordia que Dios todavía concede al mundo, para convertirnos más profundamente y evitar cuidadosamente todo tipo de pecado, y no tengamos miedo que con María de la mano estamos seguros y llegaremos a buen puerto.
¡Ven Señor Jesús!