viernes, 8 de febrero de 2013


The garden

A king went to his garden and found
that your trees and shrubs were dying

Oak said he was desperate to not be as high
and as strong as pine, turning to pine
I find it down, why could not give grapes and vine

The vine was dying because I could not give flowers like the rose,
and the rose is not dying to be strong and solid as oak.
Then he found a plant: a carnation bloom
and fresher than ever, the king asked
How do you grow in the midst of this dying garden?
The flower replied: Maybe it's because I always assumed
that when you planted me, wanted to see carnations.
If you had wanted another oak, you would have planted.
At that time I said, try to be the carnation,
the best you can, here I am!
The most beautiful and beautiful carnation in your garden.

We are, that we are!
We live in our own dissatisfactions marchitándonos,
in our absurd comparisons with others:
"If I were", "if I had", "if my life away."
Always combining the uncertain future rather than the present
Specifically, bent on not wanting to accept,
happiness is a subjective state and voluntary ...

We can choose today!
Be happy with who we are, with what we have,
or live embittered by what we do not or can not be.
We can only flourish, the day we accept that we are
what we are: We are unique! And no one can do,
what we came here to do.

Start doing what is necessary,
then, what is possible, and suddenly,
will be doing what is impossible.
We deserve to give the best color to our lives,
others already did ...
But we know that we are exposed
sun to feel just a shadow.
Humanity to truth is not bad,
bad is the idea of ​​not getting the most out
these feelings as humans.

And do not let the garden of your life to wither,
by the fact that voice will not understand that shines
from the depths of your heart

Remember: no one is better than anyone,
only that some, more than others ...
Above all things saved, guard your heart,
because it is archived good friends ...


El jardín...


El jardín

Un rey fue hasta su jardín y descubrió
que sus árboles y arbustos se morían

El roble dijo que se moría por no ser tan alto
y tan fuerte como el pino, volviéndose al pino,
lo hallo caído, por qué no podía dar uvas como la vid

La vid se moría por que no podía dar flores como la rosa,
y la rosa se moría por no ser fuerte y sólida como el roble.
Entonces encontró una planta: un clavel floreciendo
y más fresco que nunca, el rey le preguntó:
¿Cómo es que creces en medio de este jardín moribundo?
La flor contesto: quizás sea porqué siempre supuse
que cuando me plantaste, querías ver claveles.
Si hubieses querido otro roble, lo habrías plantado.
En aquel momento me dije, intentaré ser el clavel,
de la mejor manera que pueda, ¡Y heme aquí!
El más hermoso y bello clavel de tu jardín.

¡Somos, esto que somos!
Vivimos marchitándonos en nuestras propias insatisfacciones,
en nuestras absurdas comparaciones con los demás:
“Si yo fuera”, “si yo tuviera”, “si mi vida fuera”.
Siempre conjugando el futuro incierto en vez del presente
concreto, empecinados en no querer aceptar,
que la felicidad es un estado subjetivo y voluntario…

¡Podemos elegir hoy!
Estar felices con lo que somos, con lo que tenemos,
o vivir amargados por lo que no tenemos o no podemos ser.
Sólo podremos florecer, el día que aceptemos que somos
lo que somos: ¡Somos únicos! Y nadie puede hacer,
lo que nosotros vinimos a hacer aquí.

Comienza haciendo lo que es necesario,
luego, lo que es posible, y de repente,
estarás haciendo lo que es imposible.
Nos merecemos darle el mejor color a nuestra vida,
los demás ya lo hicieron…
Pero sabemos que no nos exponemos
al sol por sentir sólo su sombra.
La humanidad a la verdad no es mala,
mala es la idea de no sacarle el mejor provecho
a estos sentimientos tan humanos.

Y no permitas que el jardín de tu vida se marchite,
por el hecho de no querer entender esa voz que brilla
desde lo más profundo de tu corazón

Recuerda: nadie es más que nadie,
sólo que unos, hacen más que otros…
Por sobre todas las cosas guardadas, guarda tu corazón,
porque en él se archivan los  buenos amigos…


Formación católica...


Formación católica

Discernimiento de espíritus.
El hombre constantemente debe estar eligiendo el bien y rechazando el mal. En cada momento de la jornada, desde que se levanta hasta que se acuesta, desde la niñez hasta la muerte, debe elegir constantemente el buen camino y evitar el malo.
De aquí se desprende la gran importancia que tiene el saber discernir las inspiraciones que nos llegan de dos fuentes bien diferentes: Dios o Satanás.
Y como el demonio suele revestirse de ángel de luz, para engañar especialmente a quienes están más avanzados en la vida espiritual, hay que contar con señas que nos descubran las tácticas del enemigo, sabiendo las consecuencias que dejan en nuestra alma los movimientos de Uno o del otro.
Cuando es Dios quien inspira algo, todo nos deja en paz y se siente una gran alegría, un sosiego, una tranquilidad.
En cambio cuando la inspiración viene del Infierno, nos deja inquietud, desasosiego, angustia, etc.
Y esto se suele dar mucho posteriormente al pecado, porque después de pecar, viene el demonio y trata de descorazonarnos, de llevarnos a la desesperación, torturando nuestro espíritu y tratando de que desconfiemos de Dios, como le pasó a Judas, que murió desesperado.
Entonces aprendamos hoy esta verdad: Lo que viene de Dios SIEMPRE nos deja paz. Lo que viene del Maligno, SIEMPRE nos deja turbación e inquietud.