martes, 30 de enero de 2018

Discípulos...

Evangelio explicado

Mt 4, 17-22.
Los primeros discípulos.
Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: “Arrepentíos porque el reino de los cielos está cerca.” Caminando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón el llamado Pedro y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar, pues eran pescadores, y díjoles: “Venid en pos de Mí y os haré pescadores de hombres.” Al instante, dejando las redes, le siguieron. Pasando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago hijo de Zebedeo y Juan su hermano, en su barca con Zebedeo su padre, que estaba arreglando sus redes, y los llamó. Ellos al punto, abandonando la barca y a su padre, le siguieron.
Comentario:
Es interesante notar que Jesús llama a sus cuatro primeros discípulos que son todos pescadores, indicando con ello que cuentan con la paciencia y destreza necesaria para que no se escape la pesca. Así deberán ser también en la pesca de hombres, que son, como los peces, huidizos, y se los puede asustar con una mala maniobra de la red, con una mala maniobra en el apostolado.
Entonces, aunque los apóstoles no estaban formados para la misión, tenían los dones naturales necesarios para llegar a ser grandes pescadores de almas.
Nosotros también hemos sido elegidos por el Señor, cada uno según su capacidad natural, pero el Señor se irá encargando de formarnos de tal manera de hacer de lo natural nuestro algo perfeccionado con lo sobrenatural, y así seremos buenos apóstoles del Reino de Dios.
Por eso es tan importante que haya una buena naturaleza para que sobre ella actúe la gracia, ya que la gracia supone la naturaleza y la eleva. Nosotros tenemos dones naturales y destrezas, solo falta que nos dejemos perfeccionar por la gracia de Dios para llegar a ser grandes apóstoles.