miércoles, 9 de octubre de 2013

Evangelio de hoy...

miércoles 9/OCT/13

Evangelio del día 

Lc 11, 1-4. 
Modelo de oración. 
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos”. Él les dijo entonces: “Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación”. 
Reflexión: 
El Padre Nuestro es el compendio de todo lo que debemos pedir y en qué orden pedirlo. Un Padre Nuestro bien rezado, con calma y pensando en lo que se dice, tiene un valor incalculable. Las dos primeras palabras ‘Padre’ y ‘Nuestro’ ya engloba los mandamientos de Dios, que son amar a Dios y amar al prójimo, porque Dios es Padre y merece nuestro amor y respeto filial, y es Nuestro porque somos todos hermanos. Cuando lo recemos, remarquemos especialmente en la frase “Hágase tu Voluntad”, ya que de la aceptación y cumplimiento de la Voluntad de Dios depende nuestra salvación y santificación.
Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de rezar cada día mejor el Padre Nuestro y hagamos el propósito de recitar todos los días un Padre Nuestro en forma pausada y pensando en lo que decimos.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.

Wednesday...

hola, buenos días para todos uds...
al inicio de mi jornada les deseo un felíz miércoles...
mucha alegría, amor y bendiciones, amén...
"estén prevenidos porque el Hijo del Hombre, llegará a la hora menos pensada..."
(Lc 12, 40)

hello, good morning to all of you ...
at the beginning of my journey I wish you a happy Wednesday ...
much joy, love and blessings, Amen ...
"are prevented because the Son of Man will come when least expected ..."
(Lk 12, 40)

Mensaje...


Mensaje sobre el Santo Rosario

Nombre de Dios
Cuando deseamos que el santo nombre de Dios sea glorificado, estamos bien lejos de profanarlo.  
Comentario:  
Al Nombre de Dios se postran todas las milicias celestiales, y nosotros a veces lo pronunciamos con tanta facilidad y despreocupación, cuando no con verdadera falta de respeto. Y no faltan quienes lo pronuncian en vano y echando maldiciones.
Por eso cuando rezamos el Rosario, en sus Padrenuestros, estamos pidiendo una y otra vez que el Santo Nombre de Dios sea glorificado, por nosotros y por toda la creación. Y de tantas veces que lo repetimos, se nos va como haciendo carne en nosotros, y entonces sí que le damos gloria a su Nombre bendito, y hacemos todo por la gloria de Dios, para extender el amor del Señor a todas las criaturas.
Recemos muchas veces el Santo Rosario, pues si la Virgen en todas sus apariciones pide insistentemente que lo recemos y mucho, es porque de ello depende el futuro del mundo y nuestro propio futuro y el de nuestros seres queridos.
Al coro de blasfemias y maldades que los hombres elevan al cielo, tenemos que contraponer un coro de Rosarios bien rezados, que neutralice el mal que se hace, para que Dios no castigue a este mundo, sino que derrame sobre él su Misericordia infinita.
Cuando veamos tanto mal en el mundo y nos sintamos impotentes para cambiar todo eso, no nos descorazonemos ni bajemos los brazos, sino tomemos la corona del Rosario y recémoslo, que esa es la forma más efectiva de ir demoliendo por partes el Reino de las tinieblas y del mal, ya que cada Rosario bien rezado, es una parte del reino de Satanás que es destruida.
Así que no nos descorazonemos, sino aprovechemos el tiempo para rezar más rosarios, muchos rosarios, y así estaremos colaborando en grande para que algún día el Nombre de Dios sea glorificado y santificado en toda la tierra.