lunes, 18 de noviembre de 2013

Papa Francisco...

Papa Francisco ‏@Pontifex_es
Nos cuesta un poco confesar nuestros pecados, pero nos da paz. Somos pecadores y tenemos necesidad del perdón de Dios.

Monday...


Mensaje de conversión...

Mensaje de conversión
Difundir mensajes de María. 
26-8-88                                                                                                         1500

Mi amada hija: Hoy como nunca Mis mensajes deben ser difundidos; hoy como nunca debe el mundo conocer Mis palabras, Mi urgente llamado a la conversión, Mi pedido de Consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
Aún aguarda el Señor a las almas.
Gloria al Señor.
Predícalo.
 (Mensaje de María del Rosario de San Nicolás - Argentina) 
Comentario: 
Hay que hacer que los hombres escuchen los mensajes de María, la Madre de todos los hombres, puesto que Dios ha puesto los destinos del mundo en manos de la Virgen, y la última posibilidad de salvación depende de  la acogida que tenga la palabra de María, sus mensajes y apariciones, porque si despreciamos a la Virgen, que es la obra maestra del Altísimo y la criatura más amada por Él, entonces no habrá ya esperanza para la tierra.
Estamos a tiempo todavía. Cada uno, en el lugar donde esté, debe hacer carne los mensajes de la Virgen, y tratar de difundirlos por todos los medios, porque un buen hermano hace todo lo posible para que el llamado de su madre común llegue también a sus demás hermanos, los hijos de dicha Madre. También nosotros, que nos consideramos buenos hijos de María, tenemos que ayudar a todos los hombres a encontrar el camino que lleva al Cielo, como nosotros también lo hemos encontrado por gracia de Dios.
Muchas personas no conocen el gran amor que les tienen Dios y su Madre, y por eso andan errantes por la vida, haciendo el mal, y descorazonándose por los reveses de la vida. Es tiempo de que les llevemos esperanza a esos corazones para que se abran a la gracia de Dios, y el Señor y la Virgen puedan comenzar a obrar en esos corazones para salvarlos en el tiempo y en la eternidad.
De nosotros depende en gran parte, que muchas almas se salven.
No nos quedemos de brazos cruzados ni de labios cerrados, ya sea por no rezar y por no predicar y difundir los mensajes de la Virgen.