lunes, 17 de abril de 2017

Dorime com letra

Reparación..

Reparación.

No es demasiado tarde para reparar por el mal que hemos hecho y los pecados que hemos cometido, porque si todavía estamos vivos, si estamos en este mundo, es tiempo aún de reparar por el mal realizado.
¿Y cómo podemos reparar? Pues haciendo lo contrario de lo que hemos hecho mal. El pecado tiene el odio como base, entonces tenemos que reparar con el amor. Así como Judas vendió con un beso traidor al Señor, y nosotros con nuestro pecado también vendemos al Señor; así también podemos reparar con un beso de amor en la mejilla de Jesús, y en definitiva dándole amor a Jesús, que es lo que Él busca y necesita, porque para eso nos ha creado Dios, para amarnos y que Le amemos, no busca otra cosa de nosotros. No nos ha creado por interés, sino sólo para que seamos felices, pero en este mundo está el Mal, y a veces no nos deja ser felices. Pues bien, en el Cielo lo seremos, y al Cielo se llega amando en la tierra, a Dios y a los hermanos, reparando con amor por todo el mal que hemos hecho, o que han hecho los demás.
No es complicada la doctrina cristiana, pues se trata de amar, de servir, y cualquiera puede hacer esto. No es necesario ser una lumbrera de inteligencia, ni grandes sabios o personas con influencia, sino que cualquiera puede amar y servir.
Es tiempo de que enfoquemos el problema, porque en el mundo hay tanto mal, y crece de día en día, porque no hay quien repare por ese mal, no hay quien, con amor, repare tanta maldad y tanto odio a Dios y a los hermanos.
Jesús nos quiso mostrar esta gran verdad, y darnos a entender que es necesaria la reparación, en el episodio en que, después de la Resurrección le pregunta a Pedro por tres veces si lo amaba. Y eso lo hizo para que Pedro, con su sí de amor, reparara por la triple negación en la Pasión.
No está todo perdido, porque si reparamos, todo puede tener solución aún. Pensemos en ello y, cuantos más pecadores hayamos sido en el pasado, o quizás ahora mismo; tanto más debemos aprovechar el tiempo de vida que Dios nos concede para reparar con amor.
Todo gira en torno al amor. Por eso los ayunos, para reparar la glotonería. Por eso también las penitencias, para reparar los gozos deshonestos del pecado, y todo es un juego de amor entre Dios y sus criaturas.