viernes, 14 de agosto de 2015

Miedos...


Vivir católico

¿Miedo al demonio?
No debemos tenerle miedo al demonio, sino más bien él es quien debe tenernos miedo, porque con una simple jaculatoria invocando a Jesús y a María, lo ponemos en fuga.
Los demonios son seres que viven en el miedo, y quieren que nosotros les tengamos miedo, haciéndonos creer que pueden mucho más de lo que en realidad pueden. De modo que son como esos magos que hacen trucos ante una audiencia de niños, que quedan como maravillados ante el poder del mago, pero en realidad son simples trucos y destreza.
Por eso tengamos nuestra fe puesta en Dios, que es Todopoderoso, y recordemos aquellas palabras del Padre Pío, de que el demonio es como un perro encadenado, y si no nos acercamos a él, no puede hacernos daño.
¿Y cómo nos acercamos al demonio? Pues poniéndonos en su órbita por medio del pecado. Claro que si pecamos mortalmente, entonces el diablo tiene influencia sobre nosotros y nuestras vidas. Así que evitemos el pecado, especialmente el pecado grave o mortal, y entonces tendremos alejado al demonio.
Son los demonios quienes deben temernos, porque los echamos al Infierno invocando a San Miguel Arcángel.
Recordemos que Satanás es fuerte con los débiles, y débil con los fuertes. Así que seamos fuertes, y él temblará de miedo ante nuestra voluntad firme, nuestro gran valor y el vivir en gracia de Dios.