jueves, 17 de diciembre de 2015

Evangelio del día...

jueves 17/DIC/15

Evangelio del día.

Mt 1, 1-17.
Día 17.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos, Judá engrendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engrendró a Naassón, Naassón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David. David engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia. Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor, Azor engendró a Sadoq, Sadoq engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Así que el total de las generaciones son: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
Reflexión:
En esta segunda parte del Adviento, la liturgia nos hace poner la mirada en la Primera Venida de Jesús: la Navidad, que ya estamos próximos a celebrar. Y en esta fiesta no solo haremos memoria de lo que ocurrió hace unos dos mil años, sino que misteriosamente, místicamente, Jesús volverá a nacer. Y nosotros, cuando participemos de la Misa de Navidad, recibiremos las mismas gracias que si hubiéramos estado presentes en su Nacimiento. Por eso cuando besemos al Niño Jesús este 24-25, pensemos que Él ha vuelto a nacer por amor a nosotros.
Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de prepararnos con amor y con una sincera confesión para festejar el Nacimiento del Salvador del mundo.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.