martes, 15 de julio de 2014

Monasterio...


Consejos...


“Puesto que me preguntaste, Juan carísimo en Cristo, de qué modo debes aplicarte para adquirir el tesoro de la ciencia, este es el consejo que te doy:
1) que por los riachuelos y no de golpe al mar procures introducirte, ya que conviene ir a las cosas difíciles a través de las más fáciles.
2) Por tanto, este es mi consejo y tu instrucción. Sé tardo para hablar e incorpórate tarde a los coloquios;
3) depura tu conciencia.
4) No abandones el tiempo dedicado a orar;
5) ama permanecer en tu celda, si quieres ser introducido donde está el vino añejo.
6) Muéstrate amable con todos;
7) no pretendas conocer con todo detalle las acciones de los demás;
8) con nadie te muestres muy familiar, porque las familiaridades originan desprecios y suministran materia para sustraerse al estudio;
9) en lo que dicen o hace los mundanos no te impliques de ninguna manera;
10) apártate del discurso que pretende explicarlo todo;
11) no dejes de imitar los ejemplos de los santos y hombres buenos;
12) sin importarte a quién oigas, encomienda a la memoria lo que se diga de bueno;
13) lo que leas y oigas, esfuérzate en entenderlo;
14) acerca de los asuntos dudosos, cerciórate;
15) y preocúpate de guardar cuanto puedas en el cofre de la mente, como quien ansía llenar un recipiente;
16) no pretendas lo que es más alto que tú. Siguiendo estas indicaciones, echarás ramas y darás frutos útiles a la viña del Señor Altísimo, mientras vivas. Si sigues estos consejos, podrás alcanzar aquello a lo que aspiras”.