miércoles, 28 de septiembre de 2016

Evangelio del día...

Evangelio del día.

Miércoles 28/SEP/16.

Lc 9, 57-62.

Momento presente.

Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: “¡Te seguiré adonde vayas!”. Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. Y dijo a otro: “Sígueme”. Él respondió: “Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el reino de Dios”. Otro le dijo: “Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos”. Jesús le respondió. “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás no sirve para el reino de Dios”.

Reflexión:

“El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás no sirve para el reino de Dios”, le dice Jesús a un hombre. Y de las muchas enseñanzas que podemos sacar de esto, nos quedaremos en que Dios quiere que no miremos más nuestro pasado con todos los pecados y errores que hemos cometido, pues esto nos trae angustias y nos hace desaprovechar el momento presente y quedamos como enredados en los lazos del diablo que quiere hacernos perder la paz y desalentarnos. Aquí les transcribo un texto de Santa Faustina Kowalska que conviene que lo tengamos siempre presente:

Cuando miro hacia el futuro, me atemorizo,
Pero ¿por qué sumergirse en el futuro?
Para mi solamente el momento actual es de gran valor,
Ya que quizá el futuro nunca llegue a mi alma.

El tiempo que ha pasado no está en mi poder.
Cambiar, corregir o agregar,
No pudo hacerlo ningún sabio ni profeta,
Así que debo confiar a Dios lo que pertenece al pasado.

Oh momento actual, tú me perteneces por completo,
Deseo aprovecharte cuanto pueda,
Y aunque soy débil y pequeña,
Me concedes la gracia de tu omnipotencia.

Por eso, confiando en Tu misericordia,
Camino por la vida como un niño pequeño
Y cada día Te ofrezco mi corazón
Inflamado del amor por Tu mayor gloria.

Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de vivir bien el momento presente, dejando el pasado en la misericordia de Dios.

Jesús, María, os amo, salvad las almas.