lunes, 1 de agosto de 2016

Signos...

Signos de los tiempos

Desprecio a la Eucaristía
Según sea el trato que se da a la Eucaristía, así serán los bienes o males que nos sucederán. Y hoy hay que decir que a la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Pues bien, es el momento en que comienzan las calamidades en el mundo, porque la Eucaristía es para el hombre, como el sol es para la tierra.
Justamente lo que hará el anticristo será negar la presencia real de Jesús en el Sacramento, y negar el sacrificio de la Misa. Por eso nosotros, mientras estamos a tiempo, vayamos a comulgar lo más frecuentemente que podamos, haciéndolo con mucho amor y respeto, con profundas genuflexiones y fe, oponiendo así una barrera al proceso de abandono y desprecio del Santísimo Sacramento.
Mucho de lo que suceda en el mundo en el futuro, depende justamente del trato que se la dé a la Eucaristía, donde está realmente presente Jesús con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
Ya lo dijo San Pío de Pietralcina, que es más fácil que la tierra viva sin el sol, que sin la Misa. La Misa detiene los castigos que una y mil veces los hombres nos hemos merecido. ¡Ay de nosotros si no se celebrara la Misa! Por eso aprovechemos que todavía estamos en el tiempo de la Misericordia y que tenemos a nuestro alcance este maravilloso fruto de la Misa y la Eucaristía.
¡Ven Señor Jesús!