miércoles, 28 de diciembre de 2016

Los Iracundos - Calla

Los Iracundos - La casa del sol naciente

Rayos de Fé...

Rayos de Fe

El alma.
El hombre tiene un alma espiritual e inmortal, y por eso es semejante a Dios, que es Espíritu puro.
El alma es creada por Dios en el momento de la concepción del hombre y ya no dejará de existir por toda la eternidad. Nuestro cuerpo morirá y dejará de existir, pero nuestra alma sobrevivirá al cuerpo y, según haya sido su obrar en la tierra, merecerá premio o castigo, Cielo o Infierno, y para siempre.
Hoy el demonio utiliza su error preferido que es el materialismo, el ateísmo marxista, que niega la existencia del alma, y dice que el hombre es un animal más. Debemos ponernos en guardia contra este error diabólico y no dejarnos arrastrar por él, porque tenemos un alma creada por Dios y, mientras Dios sea Dios, es decir, eternamente, nuestra alma existirá, ya sea en el Cielo, gozando de una felicidad inenarrable; o en el Infierno, torturada con tormentos inimaginables.
El hombre es un compuesto de cuerpo y alma, pero debemos darle mayor importancia al alma y cuidar el cuerpo en función de la salvación del alma. En cambio si al cuerpo le damos todos los gustos y placeres, matamos nuestra alma con el pecado y si morimos en ese lamentable estado nos condenamos.
La cuestión más importante para cada uno de nosotros es salvar nuestra propia alma, porque si no nos salvamos, lo hemos perdido todo. Hoy no se piensa en esto y se vive para gozar y dar toda clase de satisfacción al cuerpo, y se mata el alma con el pecado.
El alma es como una chispa de Dios, que fue creada para gozar de Dios y que no será feliz hasta que no posea a Dios para siempre en el Cielo.
Después de buscar la salvación de la propia alma, también hay que buscar la salvación de las almas de los hermanos, pero recordando siempre el dicho que dice: “Alma por alma, salvo la mía”, es decir que en primer lugar debo buscar la salvación de mi propia alma, y luego intentar salvar a los demás.
Las almas son creadas directamente por Dios y son infundidas en los cuerpos humanos en el momento de la concepción de ellos, por eso es un crimen tan abominable el aborto, pues ese pequeño ser que se mata tiene, además de un cuerpito, un alma inmortal y espiritual. Esto lo niegan los que promueven el aborto y hasta niegan que sea un ser humano el que se mata. El aborto es un crimen horrendo inspirado por Satanás, que odia eternamente a Dios y a los hombres.