sábado, 2 de febrero de 2013

Puedo...


Puedo...

Te di la vida,
pero no puedo vivirla por ti.

Puedo darte dirección,
pero no puedo guiarte todo el tiempo.

Puedo permitir tu independencia,
pero no puedo juzgarte.

Puedo llevarte a la iglesia,
pero no puedo hacerte creer.

Puedo enseñarte el bien y el mal,
pero no puedo decidir por ti.

Puedo comprarte ropa bonita,
pero no puedo hermosear tu interior.

Puedo darte un consejo,
pero no puedo aceptarlo por ti.

Puedo darte amor,
pero no puedo imponértelo a ti.

Puedo enseñarte a compartir,
pero no puedo hacerte generoso.

Puedo enseñarte respeto,
pero no puedo forzarte a descubrir el honor.

Puedo aconsejarte acerca de tus amigos,
pero no puedo cambiártelos.

Puedo aconsejarte sobre el sexo,
pero no puedo guardar tu pureza.

Puedo hablarte sobre la realidad de la vida,
pero no puedo formar tu reputación.

Puedo hablarte sobre el licor,
pero no puedo decir "no" por ti.

Puedo prevenirte acerca de las drogas,
pero no puedo evitar que las uses.

Puedo hablarte sobre la meta sublime,
pero no puedo alcanzarla para ti.

Puedo enseñarte sobre la bondad,
pero no puedo forzarte a ser agradable.

Puedo prevenirte acerca del pecado,
pero no puedo formar tu moral.

Puedo orar por ti,
pero no puedo hacerte caminar con Dios.

Puedo enseñarte acerca de Jesús,
pero no puedo hacer que sea tu Señor.

Puedo decirte cómo vivir,
pero no puedo darte vida eterna.

Puedo amarte incondicionalmente toda mi vida...