jueves, 12 de noviembre de 2015

Mensaje...

Mensaje sobre la oración

Entretenidos.
Si no vigilamos, pronto quedaremos envueltos en las astucias del Maligno, que busca por todos los medios que no recemos.
Efectivamente el diablo no quiere que recemos. A él le interesa que estemos ocupados en mil cosas, incluso buenas, pero lucha por mantenernos “entretenidos” y lejos de la oración.
Si pensáramos un poco más en nuestra vida y en lo que hacemos cada día, nos daremos cuenta de que cuando tomamos la decisión de rezar, por ejemplo el Rosario, surgen algunas ideas o trabajos que parecen impostergables, y así dejamos el tiempo de oración para hacer lo que, aparentemente, es lo que tenemos que hacer.
Hay que tener cuidado con estos engaños del demonio, porque si bien habrá veces que sea conveniente hacer lo que debemos hacer cumpliendo nuestro deber de estado; también es cierto que muchas veces serán sugerencias del demonio, que se disfraza de ángel de luz y nos pone “buenos” propósitos y acciones, pero a condición de que dejemos de rezar, y posterguemos el tiempo de oración hasta un momento después, que quizás nunca llegue.
Así que estemos muy atentos porque EL DEMONIO QUIERE MANTENERNOS ALEJADOS DE LA ORACIÓN. Nos entretiene con bagatelas, y nos da cuentas de vidrio, a cambio de las cuentas de oro que le damos nosotros, que son las oraciones que no rezamos por seguirle la corriente al diablo.
No seamos ingenuos, sino empuñemos el arma de la oración, en especial el Santo Rosario, y no dejemos la oración por naderías, sino aprovechemos el tiempo para rezar, porque a través de la oración recibimos TODO de Señor, para nosotros y para los que amamos, y para todo el mundo.
Recordemos que Jesús ha dicho en su Evangelio que algunas clases de demonios sólo pueden ser expulsadas por la oración. ¡Y cuántos demonios hay en esta sociedad de hoy!
Recemos cada vez más, y veremos grandes milagros de todo tipo.