Diario vivir
Ayuda celestial.
Quien cree poder valerse por sí mismo, sin necesidad de ayuda, está en un grave error, porque todos necesitamos de ayudas en la vida para poder ir sorteando los peligros y obstáculos, problemas y contratiempos que surgen a cada paso por el mundo.
Y la ayuda que más necesitamos imperiosamente es la ayuda de Dios, que Él ha prometido dárnosla, siempre y cuando se la pidamos.
Hay muchas formas de pedirle ayuda a Dios, y la más eficaz es pedírsela por intermedio de María Santísima, su Madre amadísima, a quien el Señor no le niega nada de lo que Ella pide en favor de sus hijos.
Siendo las cosas así, tratemos de ir a María y pidámosle que nos socorra, que nos ayude en la vida, en todos los órdenes, tanto en el orden espiritual, como también en el orden material, ya que no somos sólo alma, sino también somos cuerpo y tenemos necesidades materiales para nosotros y para los nuestros.
Una oración muy linda que le podemos decir a María es la que enseñara San Juan Bosco para decirle a María Auxiliadora, que es la siguiente: “María Auxiliadora, rogad por nosotros”. Y Don Bosco prometía que quien dijera muchas veces esta oración durante su vida, obtendría favores admirables de la Virgen y de Dios.
Ya que estamos necesitados de tanta ayuda, ¿por qué no hacemos el propósito, a partir de hoy mismo, de rezar esta jaculatoria muchas veces al día? Una santa costumbre sería tomar cada noche el rosario y decir esta oración a María Auxiliadora en cada cuenta del rosario. De ese modo cada noche estaremos diciendo 55 veces a María que nos auxilie, y se hará realidad la promesa hecha por Don Bosco.
La Virgen nos quiere ayudar, pero ha condicionado su ayuda a que se la pidamos con confianza. Sería una lástima que no aprovechemos esta oportunidad que nos da el Cielo para obtener gracias y dones admirables.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
