domingo, 9 de septiembre de 2018

Día...

Ese día.

Este año hemos cumplido, o cumpliremos, los años. Y según sea el número de aniversario, así serán las veces que hemos pasado por el día de nuestra muerte. Si cumplimos cuarenta años, entonces hemos pasado cuarenta veces por el día de nuestra muerte. ¿Cuál será el día? ¿Cómo lo habremos vivido cada año? Pero llegará el año, la fecha, en que no pasaremos adelante, sino que tendremos que dar el salto a la eternidad, será el día de nuestra muerte, fijado por Dios.
Pero no debemos estar tristes porque nos llegará algún día la muerte, pues no es el fin, sino más bien el comienzo de todo, porque el día de nuestra muerte comienza nuestra eternidad, que será de gozo indescriptible si hemos vivido bien esta vida, porque iremos al Cielo o temporalmente al Purgatorio. Pero puede ser también una fecha terrible si heredamos el Infierno por nuestra mala vida y nuestra mala muerte.
Entonces aprovechemos esta vida para hacer el bien, porque de lo que hagamos en este mundo dependerá nuestra eternidad. ¡Qué locura es perder el tiempo de vida en frivolidades y pecados! No podemos ser inconscientes de que un día nos llegará la muerte y tendremos que dar el salto a la eternidad y ahí comenzará realmente todo y no terminará jamás, por los siglos de los siglos, mientras Dios sea Dios, estaremos fijados para siempre en nuestro destino eterno: Cielo o Infierno.
Así que sigamos cumpliendo años, que cada año es un regalo de la misericordia de Dios, que nos lo concede para que seamos más buenos y lo aprovechemos para hacer buenas obras y ganarnos el Paraíso. Pero sepamos que tantos años hemos vivido, así otras tantas veces hemos pasado por el día de nuestra muerte, y llegará un año en que no seguiremos adelante, sino que ese año y esa fecha será nuestro fin en este mundo y el comienzo de la eternidad.
Miremos la muerte como un comienzo y no como un fin, y entonces estaremos mejor preparados para ese día y esa hora, porque sabremos que es ahí donde comienza lo verdadero y que perdurará para siempre.