martes, 11 de marzo de 2014

Rosario...


ROSARIO DE LAS LLAGAS DE JESÚS

Fue nuestro Señor mismo quien enseñó estas invocaciones a una humilde hermana del Monasterio de la Visitación de Santa María de Chambery (Francia), sor María Marta Chambón que falleció el 21 de marzo de 1907.
Este rosario fue aprobado por el Papa San Pío X.  
Se reza con un rosario común.
Al comenzar decimos:
– Oh! Jesús, Redentor Divino, sé misericordioso con nosotros y con el mundo entero.
– Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
– Perdón y misericordia, Jesús mío cúbrenos de los peligros con tu preciosa Sangre.
– Eterno Padre, ten misericordia de nosotros por la Sangre de Jesucristo, tu único Hijo.
En las cuentas del Padrenuestro se dice:
Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.
En las cuentas del Avemaría se dice:
Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de tus Santas Llagas.
Al terminar el rosario se dice tres veces:
Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.  

PROMESAS que nuestro Señor se dignó hacer a sor María Marta a favor de las almas que recen estas invocaciones.  

Escuchemos al Divino Maestro:
“El camino de mis Llagas es tan sencillo y fácil para ir al cielo”.
“Deseo las súplicas de ustedes”
“Todas las palabras que se dicen con motivo de mis Santas Llagas me causan placer, un placer indecible... ¡las cuento todas!...”
“Con mis Llagas ganan mucho y sin fatiga”.
“De mis Llagas salen frutos de santidad”.
“Concederé todo cuanto me pidan con la invocación de mis Santas Llagas”.
“Todo lo obtendrán por mis Llagas, porque es el mérito de mi Sangre, que es de un valor infinito”.
“Con mis Llagas y mi Corazón pueden conseguirlo todo”.
“El que esté necesitado que venga con fe y confianza, que saque constantemente del tesoro de mi Pasión y de los agujeros de mis Llagas”.
“Debes repetir con frecuencia cerca de los enfermos esta invocación: Jesús mío, perdón y misericordia, por los méritos de tus Santas Llagas. Esta oración aliviará a su alma y a su cuerpo. Muchas personas experimentarán la eficacia de esta aspiración”.
“El pecador que dijese la oración siguiente: Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas, obtendrá su conversión”.
“Ofréceme a menudo estas dos jaculatorias que te he enseñado, para ganarme pecadores, porque tengo 'hambre' de almas”.
“Mis Santas Llagas son un bálsamo reconfortante en el sufrimiento”.
“Mis Llagas curarán las vuestras”.
“No habrá muerte para el alma que espere en mis Llagas; ellas dan la verdadera vida”.
“Las Santas Llagas tienen un poder maravilloso para la conversión de los pecadores”.
“Por mis Llagas pueden desarmar mi justicia”.
“Mis Llagas cubrirán todas vuestras faltas”.
“Deseo que los sacerdotes den estas aspiraciones de mis Llagas, con frecuencia a sus penitentes en el Santo Tribunal”.
“Mis Llagas los salvarán a ustedes infaliblemente. Ellas salvarán el mundo”.
“La oración a las Santas Llagas lo comprende todo”.
“El alma que durante su vida ha honrado y aplicado las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, y las ha ofrecido al Padre Eterno por las almas del Purgatorio, será acompañada en el momento de la muerte por la Santísima Virgen y los ángeles. Nuestro Señor en la Cruz, resplandeciente de gloria, la recibirá y la coronará”.
“Hija mía, cada vez que ustedes ofrecen a mi Padre los méritos de mis divinas Llagas, adquieren una fortuna inmensa”.
“Por mis Santas Llagas pueden merecer y obtener lo que sea conveniente para todas sus necesidades, sin detallarlas”.
“Las Santas Llagas dan valor a todo”.
“Los que honren mis Llagas tendrán un verdadero conocimiento de Jesucristo”.
“Las almas que oran con humildad y meditan mi Pasión, tendrán una participación en la Gloria de mis divinas Llagas, recibirán una hermosura y una gloria deslumbradora”.
“Así como hay un ejército levantado para el mal, hay también un ejército levantado por Mí”.
“Con estas invocaciones son más poderosos que un ejército para detener a mis enemigos”.
“El rosario de la Misericordia hace contrapeso a mi justicia... detiene mi castigo”.
"Muchos experimentarán la eficacia de esta aspiración: Jesús mío, perdón y misericordia, por los méritos de tus Santas Llagas".
"Las Santas Llagas satisfacen y aseguran el adelanto espiritual".
"El poder está en mis Llagas, con ellas se hacen poderosos".
"Las Santas Llagas son el tesoro de los tesoros para las almas del purgatorio".
"Cada vez que miren al divino crucificado con un corazón puro, obtendrán la libertad de cinco almas del purgatorio: una en cada fuente (cada Llaga de las manos, pies y el costado)".
"Obtendrán también, si el corazón de vosotros es puro y desprendido, el mismo favor en cada estación, por los méritos de cada una de mis Llagas".
"La riqueza de vosotros es mi Santa Pasión".
"Las Santas Llagas dan omnipotencia sobre Dios".
"En verdad esta oración no es de la tierra sino del cielo... y puede obtenerlo todo".
"Mis Santas Llagas sostienen el mundo. Pídanme de amarlas constantemente, porque son fuente de todas las gracias. Hay que invocarlas con frecuencia y atraer al prójimo para imprimir la devoción en las almas".
Cuando tengan penas que soportar, llévenlas prontamente a mis Llagas y serán mitigadas".
"Por cada palabra que pronuncian del rosario de las Llagas, yo dejo caer una gota de mi Sangre sobre el alma de un pecador"
“Es necesario propagar esta devoción”.

Reflexión...

Reflexionando sobre el Purgatorio

Lo hacemos al mismo Dios. 

Nunca llegaremos a comprender lo suficientemente claro que una limosna, pequeña o grande, dada en favor de las almas sufrientes, se la damos directamente a Dios. El acepta y recuerda como si se la hubieran dado directamente a Él mismo. Así, todo lo que hagamos por ellas, Dios lo acepta hecho para El. Es como si lo aliviáramos o liberáramos a Él mismo del Purgatorio. En qué manera nos pagará!
(Del libro “Léeme o Laméntalo”) 

Reflexión: 

Cuando ayudamos a un alma del Purgatorio estamos ayudando al mismo Señor, pues si Él ha dicho que estaba en los pobres y en los más débiles, ¿quién más pobre y débil que un alma que padece en el Purgatorio, que no puede hacer nada por sí misma y que necesita de la caridad de otros para poder salir de esa prisión de fuego y alcanzar el Cielo?

Por eso lo que hacemos a las Benditas Almas, Dios lo toma como hecho a Sí mismo, y nos dará un premio tan pero tan grande, que no podremos contenerlo en nosotros y necesariamente deberemos derramarlo entre los hermanos. Seremos como un receptáculo de gracias escogidas, y como acueductos entre Dios y los hombres, pues transmitiremos las gracias desde Dios hacia los hermanos.
¡Y lo mucho que harán las Benditas Almas por nosotros y por los nuestros, si es que nos decidimos a socorrerlas!

Así que el mejor negocio que tenemos entre manos es ayudar a las Almas del Purgatorio, porque es una gran obra de caridad, y nos conviene sobremanera a nosotros mismos.
Así como en el mundo hay ciertos secretos para realizar obras en corto tiempo y recibir muchas ganancias; así también el secreto de ayudar a las Ánimas del Purgatorio, nos llenará de tesoros de todo tipo, incluso materiales, cuando ello no sea obstáculo a nuestra salvación y santificación.

No esperemos más tiempo, y lancémonos a ayudar a las almas que están detenidas en el Purgatorio, porque es la mejor ocupación que podemos tener los católicos en este mundo, y es el trabajo mejor remunerado por Dios y las Ánimas.

Mensaje...

Mensaje sobre la oración 

Ayuda necesaria. 
Oigamos a San Agustín: Verdad es que el hombre con sus solas fuerzas y con la gracia ordinaria y común que a todos es concedida no puede observar algunos mandamientos, pero tiene en sus manos la oración y con ella podrá alcanzar esa fuerza superior que necesita para guardarlos. Estas son textuales palabras: Dios cosas imposibles no manda, pero, cuando manda, te exhorta a hacer lo que puedes y a pedir lo que no puedes, y entonces te ayuda para que lo puedas. Tan célebre es este texto del gran Santo que el Concilio de Trento se lo apropió y lo declaró dogma de fe. Mas, ¿cómo podrá el hombre hacer lo que no puede? Responde al punto el mismo Doctor a continuación de lo que acaba de afirmar: Veamos y comprenderemos que lo que por enfermedad o vicio del alma no puede hacer, podrá hacerlo con la medicina. Con lo cual quiso damos a entender que con la oración hallamos el remedio de nuestra debilidad, ya que cuando rezamos nos da el Señor las fuerzas necesarias para hacer lo que no podemos.
“El gran medio de la oración” - San Alfonso María de Ligorio. 
Comentario: 
Si Dios manda algo, entonces se compromete a darnos la fuerza para que lo llevemos a cabo. Pero dicha fuerza no nos vendrá sin que elevemos oraciones al Señor, pues Él concede sus gracias y auxilios a quien se los pide por medio de la oración.
De modo que siempre tenemos que orar, porque aunque nuestra misión sea importante y Dios nos haya elegido para ella, y por lo mismo se ha comprometido a darnos todos los auxilios oportunos para que la cumplamos bien; también es cierto que si no rezamos para recibir esos dones, fallaremos en la misión.
La oración es entonces como un entrenamiento del alma para estar en forma y recibir los dones que la Providencia de Dios nos quiere dar para que llevemos a término la Voluntad de Dios, cumpliendo lo que Él quiere que cumplamos.
Es Dios el que obra en nosotros. Pero para obrar, Él quiere que recemos, que pongamos nuestra voluntad por medio de la oración, y entonces el Señor derramará las gracias y favores para que podamos cumplir bien nuestra misión en la tierra.

De esto se deduce que JAMÁS puede salir victorioso quien no reza, o reza muy poco, puesto que es a través de la oración que Dios concede los medios necesarios y aún extraordinarios para cumplir la vocación que Dios le ha dado.