viernes, 15 de febrero de 2013

Reflexión...


Dios es bueno y nos ama

¿Por qué Dios permite la prueba? 
Si todo nos fuera bien y la vida fuera toda de color de rosa, entonces muy pronto nos olvidaríamos de Dios, y de que este mundo no es nuestra morada definitiva, sino sólo paso y preparación para la eternidad.
Entonces por eso es que el Señor permite las pruebas y fracasos en nuestra vida, para que nos acordemos de Él, y no porque Él lo necesite, sino porque es un bien para nosotros, ya que Dios es el fin de nuestra existencia, pues hemos sido creados para Dios, y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descansemos en Él. Y la felicidad la encontraremos sólo cuando poseamos a Dios en la eternidad. Por eso es de capital importancia que en esta vida terrenal nos acordemos del Señor, y si las pruebas y desgracias nos ayudan a levantar la mirada a Dios, bienvenidos sean, y demos gracias a estas calamidades porque nos hacen un bien inmenso.
¡Cuántos, ante una enfermedad, una muerte repentina de un pariente, una desgracia, una prueba, han encontrado a Dios, se han convertido, se han hecho santos, y han alcanzado al fin el Cielo!
Y otros tantos, que tuvieron una vida muelle y sin sobresaltos, que parecía que todo les iba bien a pesar de que actuaban mal, están ahora en el Infierno, para siempre perdidos y desesperados.
Por eso bendigamos la mano del Señor cuando nos da y cuando nos quita, cuando nos da alegría, y cuando permite el dolor en nuestras vidas, porque todo es un juego del amor de Dios, y además las desventuras nos sirven para hacernos más humildes, para que nos desengañemos de que no somos todopoderosos, que Todopoderoso sólo es Dios, y no nosotros.